MATIZAR

Yo sé que a veces me enroco y me hago demasiado barroco o sea que empiezo bien el desarrollo de algo, pero después me pierdo. Decir que todo se tiene claro, es fácil de decir, lo difícil es reconocer que no todo se tiene tan claro. Y eso que yo me considero un tío preclaro, que no claro o sea que tengo una idea buena  y que intento manifestarla, pero cuando lo hago la idea se va diluyendo y entonces la idea deja de ser tan clara. Hay otras personas que les pasa al revés, que no son tan preclaros y empiezan titubeando, pero a medida que desarrollan el entramado de la idea, parece que como si todo se les aclarara.

Desarrollar los argumentos no es tan fácil. Pero lo que más me jode a mi, es que teniendo la idea preclara, después no sepa manifestarla con las palabras adecuadas. Es como quedarse a medias o mejor dicho es como empezar triunfante y radiante y dispuesto a comerte el mundo y al final, lo que te comes una buena mierda reseca. Y entonces sabes que la has cagado, pues has logrado llamar la atención de los demás y cuando tienes que demostrarlo te quedas en absoluto blanco o entras en el terreno de las matizaciones y yo no quería decir esto, pero tampoco lo otro y menos quería decir aquello .

Matizar demasiado borra la idea inicial. Y digo demasiado, pues matizar siempre hace falta y si no matizas te haces un tío geométrico o cuadriculado. Matizar hace falta, pero siempre dejando la idea clara, esa que quede por encima de todo, y con ese principio de que yo quiero esto y tengo que demostrarlo. Y por ahí es por donde deben ir las cosas, dejar clara tu idea y su posterior desarrollo y como decía el otro, no perderte por los cerros de Úbeda con las argumentaciones y para al final, no decir absolutamente nada. Matiza pero no des cera y porque puedes patinar con tus argumentos. Matiza pero no concilies, pues tú idea es tuya y tienes el deber de defenderla. Matiza pero no te engañes y acuérdate que estás matizando porque estás argumentando una idea.