Constricción y buenos actos, eso nos dijeron hace mucho tiempo. Eso nos dijeron los Curas y como buen consejo para ir tirando por la vida. Constricción y recogimiento y como consejo general tampoco está tan mal, el decirnos que debemos ser reflexivos y antes de dar un paso hay que pensar en ello. Buenos actos, esto ya es más difícil, ¿porque buenos actos que son?. Para algunos buenos actos, es actuar bajo el poder de su ombligo y yo hago esto porque me conviene y si me conviene a mi, le viene muy bien a todos. O sea primero yo y los demás estarán bien si yo estoy bien.
Esto les suele pasar a los poderosos, a los que se consideran que están por encima de todos. A los cuatro que mandan, a los cuatro julais que manejan el mundo. Porque en el fondo lo que pesa es que ellos valen por millones de seres humanos o por varios países o por varios continentes. Su peso específico es en oro de cuarenta quilates. Son dioses que andan sobre dos piernas, pero como ya dejaron de andar hace tiempo, ahora sólo flotan en el limbo del poder.
El limbo del poder, el limbo donde está la máquina que manda, la que tiene botones con bombas a punto de explotar, la que tiene botones y mando a distancia y ahora borro a éste país del mapa y pongo a éste otro en su sitio y juego a lanzar un pepino o a lanzar un misil, ¡que más da!, si total son un millón de muertos más. De paso limpian su terreno un poco y así empiezan de nuevo la reconstrucción. La reconstrucción de la Tierra, eso si debe ser el reinicio, y apagar y reiniciar, y apagar y volver a empezar.
Esto les suele pasar a los poderosos, a los que se consideran que están por encima de todos. A los cuatro que mandan, a los cuatro julais que manejan el mundo. Porque en el fondo lo que pesa es que ellos valen por millones de seres humanos o por varios países o por varios continentes. Su peso específico es en oro de cuarenta quilates. Son dioses que andan sobre dos piernas, pero como ya dejaron de andar hace tiempo, ahora sólo flotan en el limbo del poder.El limbo del poder, el limbo donde está la máquina que manda, la que tiene botones con bombas a punto de explotar, la que tiene botones y mando a distancia y ahora borro a éste país del mapa y pongo a éste otro en su sitio y juego a lanzar un pepino o a lanzar un misil, ¡que más da!, si total son un millón de muertos más. De paso limpian su terreno un poco y así empiezan de nuevo la reconstrucción. La reconstrucción de la Tierra, eso si debe ser el reinicio, y apagar y reiniciar, y apagar y volver a empezar.
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