RESPETO

Y puede y sólo puede que hoy sea mi primer día de vacaciones o sea, que lógicamente hoy debería desenchufarme y al carajo el móvil y los recados y los compromisos. Y sólo me quedan dos cosas pendientes: por un lado una guardia de Avión y una noche en la Privada y por el otro, acabar la limpieza de mi sacrosanta casa y entonces y sólo entonces, desapareceré del mapa. Me diluiré en líquido amniótico y volveré a mi estado embrionario.

Como le decía hoy a mi hijo mayor, que me reivindicaba que el tiene ya 18 años y que ya no era un niño y todas esas cosas que se reivindican cuando sales del parto adolescente, pues eso, me reivindicaba que lo respetara. Y claro le dije, yo  te respeto pero tú no a mi y porque el respeto se gana a pulso y los 18 años se demuestran en el día a día, demostrando que si, que realmente los tienes. Vamos a ver, le decía, que yo soy médico y por ello tengo un título, pero yo no puedo esperar respeto por parte de los demás si no demuestro en cada día que soy médico y por tanto mi deber es prepararme para ello y todos los días del año.

Porque el respeto se gana y se conquista. y con el sudor de tú frente. Me acuerdo que tenía un compañero médico que trabajaba conmigo que se ponía de los nervios y porque consideraba que la gente no le respetaba. Él era de los que pensaba que por el hecho de ser Médico ya estaba todo ganado. Yo siempre le decía lo mismo, la gente no es tonta o por lo menos no lo es en general y nota las carencias de cada uno y haciendo clara y evidente referencia a su falta de preparación. Y claro el tío se fue quemando a cada día y al final, ya no sé que fue de él, pues acabó cambiando su destino.

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JULIO CORTÁZAR