
Y dame
y dame y tiende tu mano,
dame la sonrisa de tu boca,
y regala una tierna mirada,
una más entre tus miradas,
pero yo quiero la única y la que tú sabes,
esa que me desnuda por dentro
y que me estremece por fuera,
o que hace sentir el hombre más feliz de la tierra,
y comprende que yo soy auténtico,
y que tengo sentimientos,
que soy humano
y que me muevo por el mundo de los sentidos,
pues soy alma antes que cuerpo,
y soy persona antes que muerto,
y siento y padezco,
y a veces hasta me comprometo,
pero hoy sólo quiero,
que tu me mires
y que me acaricies con la profundidad de tu mirada.
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