EL PLANETA DE LOS SIMIOS

Al final y como es Viernes montamos un sarao dos de mis hijos y yo y nos fuImos de macrofiesta y botellón. En realidad nos fuimos al cine del pueblo de al lado, y que se llama Mahón y al único cine que tiene. Sala pequeñita y poco adecuada, mal sonido, pero tampoco se puede pedir todo, porque antes no había Multicine, había un sólo cine y con películas que rayaban o que ya chirriaban de viejas que eran. Y total que fuimos a ver una más de la saga de los Planeta de los Simios, en éste caso el Amanecer del  Planeta.

Que os puedo contar, pues sinceramente que no me gustó, me pareció demasiado pastelera y no porque los Simios se parecieran a los humanos, sino porque se parecían a determinados humanos, más o menos a los humanos más tradicionales, demasiada defensa de la familia y de sus valores. Claro que siempre aparece el malo y tanto por el lado Simio como por el lado Humano y son feos y son malos sin escrúpulos y les gusta la guerra y les entusiasman las armas. Nada que no supiéramos, los malos siempre tienen rabo y además de cuernos y no sé el porqué pero tienen cierto parecido con Lucifer.

Pues ya está, todo fue demasiado mantecoso y un poco de guerra y para que al final triunfe la paz, la paz transitoria, pues deja claro el mensaje de que los Humanos no sabemos olvidar. Pero una de cal y otra de arena, pues los Simios asumen que ellos empezaron la guerra. O sea los Simios son los iniciadores de todo el cotarro y los humanos como no saben olvidar, son los que reclamarán la sed de venganza. Y con ese mensaje tan Salomónico acaba la película y en un puto y lacrimógeno baño de lágrimas. Eso sí los jefes de cada bando, tienen su propia familia pastelera y el Simio casi pierde a su mujer, pero al final se salva y...y...y...y éste cuento se ha acabado.