Levantarse a trancas y barrancas y arrastrando los pies y las penas y pensando ¿cuándo podré dormir de corrido?...cuando podré dormir seguido y sin interrupciones y sin que nadie y hablando con propiedad, me toque los cojones. Todo esto pensaba yo a las 5 de la mañana y no sé como lo hice pero conseguí llegar hasta la ducha y allí sí, allí empecé a despejar las cuatro neuronas (no tengo más) que medio se habían dormido conmigo. Guardia de avión de 24 horas. Total que ayer por la noche tuve otro aviso para traslado en avión y con todo esto, al final me dormiría sobre las 2 de la mañana y a las 5 a.m. sonó de nuevo el puto teléfono y por supuesto y como siempre hago como principio, me cagué en todo dios y en todos sus muertos, empezando por el que me estaba diciendo a través del teléfono...tiene usted un vuelo urgente (tiene usted un vuelo irginti, urguntu, orgonto, ergente y arganta..., decía yo pa mis adentros. Vamos y que te den por culo, gilipollas de mierda) y yo entre sueños pensaba, éste tío está de coña marinera y le iba a decir muy gentilmente... muchachito porque no te vas a la mierda.
Al final, no le dije nada (más me valía y además, porque soy muy educado) y el tío debió percibir que estaba sopa perdido y medio muerto, porque me repitió 20 veces...tiene usted un vuelo urgente y cada vez que lo decía, interiormente lo mandaba a tomar por culo y con la posterior retahila de...de irginti, urguntu, orgonto, ergente y arganta.... Levantarse rumiando toda tu mala hostia tiene sus ventajas, rumias y rumias y mientras sigues rumiando la cabeza está dando vueltas al tema de la puta dormida cortada y destrozada por una llamada de un payaso de mierda que se divierte despertando a la peña que duerme dulcemente. Y también tiene sus desventajas, mientras rumias el tiempo va pasando y al final te toca hacer lo de siempre, apurar y ponerte a correr, sino quieres llegar tarde y quedar como un pedazo de capullo.
Gajes del oficio del médico todoterreno y lo mismo sirves uno para un roto que para un descosido. Lo mismo vas en una ambulancia llena de luces, sirenas de todo tipo, por supuesto, a todo trapo y por esas carreteras que dios mandó crear en su tercer día de la creación, que lo mismo te montas en un avión do século (siglo) pasado, que en un helicóptero que vino de vuelta del Vietnam. A veces me siento dios y porque lo curo casi todo y otras veces me siento el demonio y porque lo complico todo y más... y en cambio en otras, me siento un poco de todo (que son las más)... un poco dios (porque a veces acierto), otro poco demonio (porque a veces la cago y con intensidad) y otro veces, me siento en el puto limbo de los neutros (la cago y acierto o acierto y la cago y al final, escojo quedarme en el cero y por eso de que no vaya a ser que me salga de mis casillas y altere mi equilibrio biológico y ecológico).
En medicina (como casi todo en la vida) no es recomendable andarse por las ramas, pero a veces no queda otro remedio. En la medicina hay que mojarse y más en situaciones donde está aumentado el riesgo vital. Como diría un neutro que se moja un poquito, las decisiones médicas hay que tomarlas a pequeñas dosis y con cautela y una vez que se haya comprobado que funciona bien la cosa, entonces y a partir de ese momento, hay que ir a todo trapo y hasta el fondo del asunto. Hay un punto G en todas las decisiones que tomamos, un punto decisivo y en que toda la cascada de decisiones que tomemos, van a depender de la decisión que hayas tomado en ese determinado punto.
Ser médico es un oficio y no es una especie de designio divino con el que se nace y después, se crece. Un oficio se aprende, se estudia y se practica y siempre los habrá mejores y peores y hasta habrá algunos que juegan a ser buenos y son fatales y más o menos como en cualquier profesión que se precie o que no se precie. Ser médico... se trabaja y se estudia y de éstas dos cosas nunca te vas a librar en ésta vida si es que realmente quieres seguir siendo médico. Pero yo no me quejo de ello y porque en el fondo me gusta la medicina, yo me quejo de que me despierten en plena noche y después de dormir sólo 3 horas (mejor dicho, 2 putas horas de mierda). Ahí me quejo y es más, pongo una queja en el libro de reclamaciones, que dice lo siguiente: "nunca más despertar a Bruno mientras duerme y sueña con los angelitos".

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