De hecho y seamos claros, hoy me desperté como si estuviera de resaca y la única razón que he podido tener como una explicación lógica, es que he dormido como un lirón y 9 horas son 9 horas y aquí y en Roma. Claro que me dormí muy tarde, muy tarde para lo que ahora considero que es muy tarde, es decir eran las 2 de la mañana y que en mis viejos tiempos dormirse a las 2 de la mañana era como tomarse un aperitivo de aceitunas con un rico vermut y justo ahí empezaba y se acababa la noche. La noches de aquellos tiempos era el día y la noche. La noche infinita que dirían otros. Las cosas cambian y tu vas cambiando con ellas, y esa es ley de vida y no sé si está escrita en la constitución de éste país, pero todo el mundo sabe que es ley de vida y que nos da exactamente igual que esté escrita o que no esté escrita. Pero claro, como éste pueblo estuvo de fiesta y durante dos días y como a mi no me gusta andar entre tumultos de gente que llevan la fiesta en su sangre se mueven como si fueran muñecos teledirigidos y ahora te bebes un gin aquí y después, te bebes otro en otro lado y van como zombis bebiendo sus gin y que entenderte o me voy a explicarme un poco mejor, si de esa forma se divierten y yo en cambio, no, ?pues para que está la libertad?...pues entre otras cosas está para eso, para que cada uno tenga los gustos y las costumbres que quiera tener. Lo que yo quería decir, que ese tipo de fiestas en masa y donde a la fuerza hay que estar contentos y pasados de alcohol y hasta las trancas y saludar al que nunca y jamás te ha saludado, pero como está de fiesta, ahora si te salude y hasta te da un abrazo todo pringoso y porque suda y supura alcohol por todos sus poros, pues para eso y otras cosas más que tampoco me gustan, pues repito, para eso me quedo en mi casa con mi aire acondicionado y todo tranquilito y sin que nadie me grite al oído y tenga que escuchar una música infernable e infumable y a todo volumen y con el chunga chunga resonando todo el tiempo dentro de mi delicado cerebro.
Y a lo que yo iba, que yo me hecho mis propias fiestas en casa y el tema consistió en escribir sin tener que ver la hora y una noche me acosté a las 4 y en la otra, a las 2 de la mañana. Y eso fue mi puta fiesta de marras. Que aburrido eres, pensarán algunos y yo no niego que tengan toda la razón, pero será su razón no la mía. Yo ya me bebí bodegas enteras, esnifé hasta las rayas de los campos de fútbol. me metí drogas duras y como si fuera un poseído. La verdad es que no sé muy bien porque sigo vivo y por eso a estas alturas de mi vida, me cuido, me mimo y no me doy por el culo a mi mismo, porque no llego. Ahora ni me molesto en ligar y porque estamos en lo mismo, he ligado hasta mi capacidad máxima y lo ligar es un molestia que he eliminado del mapa. Para mi es más molesto, tener que hacerme el valiente, el simpático y sonriente, el hacer como si fuera el ser más amable y el más tierno de la tierra, el tener que demostrar que eres un persona llena de sentimientos, que eres delicado y sensible y todo esto, es tener que desplegar todas mis alas y para así impresionar a la otra persona. Yo ya paso de pavoneos como estos y para hacer grandes exhibiciones de como siempre has querido ser, pero que en realidad solo lo eres en parte.
Tampoco es que sea más auténtico como persona, por quedarme encerrado en mi cueva y durante más horas y porque una cosa no lleva a la otra. Yo lo único que quiero dejar muy claro, es que cada uno tiene su propia forma de divertirse y yo antes (pero antes y hace mucho) era el que estaba en primera fila de la fiesta del pueblo y bebiendo como un cosaco y bailando como un poseído. Y ahora en cambio, he escogido el recogimiento, la tranquilidad de us ser calmado, la escritura el ver una buena película y que no son tan abundantes, el profundizar en mis mundos y hasta en mis mundos paralelos, el suavizarte en tus hechos, el ser más amable y más cariñoso conmigo mismo y que todo lo que te rodea lo cuides mejor que antes. Y todo esto que acabo de decir, es lo que conforma mi fiesta particular.

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