Yo veo las cosas bajo mi punto de vista y sé que a veces, ese punto de vista es un colmillo demasiado retorcido y mi objetividad se va directamente a tomar por culo y a patir de ahí...digo lo que digo y lo hago dotado con toda mi subjetividad. En ésta vida he intentado ser consecuente con mis principios, he intentado pensar dos veces las cosas y antes de soltarlas por mi boca, he intentado ser buena persona y ser un tío empático y complaciente y ser amable y ser un buen amigo y un buen compañero y ser una buena pareja y mejor padre y un buen trabajador y ser nosecuántas cosas más... y para que al final de mi vida, pienso que solo he sido bueno en algunas cosas y en las otras, las cosas peores y malas que he pensado y sentido y que a veces he manifestado y que en otras ocasiones, me las he callado y por puro instinto de supervivencia y por tanto, son cosas en que no he mejorado ni un huevo, pues ahora a todas cosas malas y peores, las tengo aparcadas dentro de un garaje bajo siete llaves y porque no quiero saber más de ellas. Digamos que he llegado a un momento de mi vida, en que me importa un huevo y la yema del otro, el que no sea un ser consecuente con sus ideas y pensamientos. Aunque también es verdad que a veces me agarro a mi consecuencia y como si fuera mi tabla de salvación y porque una persona sin principos no puede ser persona y será un gato o una mariposa o una planta maravillosa pero nunca podrá ser un ser humano. Y entre esas contradiciones tan nítidas y tan claras, yo sigo viviendo mi vida y por eso a veces soy tan consecuente que hasta yo mismo me doy asco y por eso otras veces, soy visceral, agresivo y me gusta y reclamo el sabor y el olor de la sangre y se me revuelven las tripas y las entrañas y hasta le doy la vuelta a mis órganos huecos, cuando alguien me agrede o cuando me siento agredido. De todo esto que os estoy contando puedo extraer una conclusión muy clara, soy las dos caras de la luna y tengo esa parte buena, que es nítida y clara y tengo esa otra parte oscura y como si fuera un habitante de la cara oculta de la luna. Y también tendría que decir, que yo vivo muy poco tiempo en la parte del medio y sentado a ver que es lo que pasa y ahora tú dáme un argumento y ahora que sea el otro el que le conteste y yo en el medio y sopesándolo todo y repartiendo bendiciones y a diestro y a siniestro.
Hace poco estuvo por ésta isla un viejo amigo y al que no veía desde hace 27 años. Es argentino y por eso se hacía más difícil el tema de verse con más frecuencia. Y lo ví bien y lo ví muy bien, pero amigo mío el tiempo pasa factura para todos y aunque lo ví muy bien físicamente y muy bien digo dentro de la edad en que nos movemos, me dí cuenta que el paso del tiempo y en nuestro caso en concreto, la factura nos la pasó en que habíamos perdido el hilo conductor que en aquella anterior época nos unía y además, también me dí cuenta que aquél hilo no había sido tan fuerte. Y vamos a ver, yo estuve muy bien con él y me alegró un poco más la vida, el tener esa visita tan especial. Pero para ser sincero del todo, yo pensaba que nos unían muchas otras cosas y pensé que me contaría cosas que le hablaran por dentro y por sus adentros y al tiempo, yo le contaría las mías, pero así no ocurrió y de alguna manera no buscamos estar solos y para intercambiar cosas y asuntos personales. Pero la vida es como es y no se anda por las ramas y es que lo peor del caso, es que ahora y 27 años después, me estaba dando cuenta que casi nunca habíamos compartido nuestros asuntos más personales y que realmente son los que te hacen ser amigos.
Bueno, pues ya está, ya está toda la carne vendida y esa bofetada de aquellas, me habría dolido hasta 27 años después y en cambio ahora, sentí ese dolor que me producía semejante bofetada, pero por un solo instante. Y no es que me haya vuelto insensible del todo y que importe una mierda todo y porque sé reconocer el daño y el dolor que puede tener una persona, pero amigo mío si tú no me cuentas nada de tu cuento y yo me callo toda esa historia que llevo guardada en mis adentros, tú y yo, nos quedaremos en ser amigos de cara afuera pero por dentro seremos amigos a los que lo único que les une será nuestro desconocimento del uno y del otro. Y ahora que ya estoy rozando lo viejo, pienso que mi idea de la amistad es como muy anticuada y por tanto, debo ser yo el que está equivocado. A lo mejor en Marte están más acuerdo con mi idea de lo que es la amistad y entonces, le tendré que comprar al Munsk un asiento en uno de sus cohetes y para así, aterrizar en Marte.

No hay comentarios:
Publicar un comentario