Aún tengo el sol de aquél verano


 Aún tengo el sol de aquél verano

mi piel morena y tiznada de negro

la salitre pegada a mi piel y a mi pelo

mientras mis ojos verdes se pintaban de verde azulado.

Yo era un chaval guapo,

rubio de ojos verdes

con pecas por toda mi cara 

piel suave y agradable al tacto,

era tímido, metido para dentro y hasta tocar mis intestinos,

y profundamente desconfiado

y todo lo referente a mi familia

pertenecía a la sección de mis principales problemas

y por eso y sobre todo,

me hice un niño tímido, callado,

y cuando alguien de mi familia me hablaba

yo me metía hasta el fondo de mi capararón

y allí mismo me quedaba

y hasta que mi familiar se callara o me dejara en paz

no volvía a salir de caparazón

y por eso en mi familia 

cogí fama de raro, de extraño,

de introvertido y con un miedo patológico a decir lo que pensaba.

Y ahora que lo pienso con el tiempo y la distancia por el medio

yo seguiría teniendo miedo.






















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JULIO CORTÁZAR