EL MUNDO FUNCIONA POR MODAS - Parte 2ª

Pues siguiendo con el tema de las modas, tengo que decir que lo cosa sigue igual o sea que el mundo sigue funcionando por modas. Y me ha llamado la atención la somanta de críticas que le cayó a un cantante catalán que se llama Raimon y por decir que el no estaba muy de acuerdo con la Independencia de Catalunya. Y esto me recordó a aquellos tiempos, pues cuando la revolución estaba de moda, pues todo el que no estaba de acuerdo era tachado de facha y santas pascuas. Una vez que se masifica el asunto y bajo el poder de una consigna, el que se salga de la raya, la caga.

Y a éste señor, Raimon, le pasó exactamente lo mismo y lo único que cambió es el nombre del insulto y fue tachado de españolista y de traidor a la patria catalana. Y todo por decir que no estaba de acuerdo con la Independencia y ya no se entró en sus propuestas. Porque éstas ya no se oyen, pues estás con ellos o no estás. O estás con los talibanes nacionalistas catalanes o estás con los talibanes españolistas y a los que representa perfectamente el PP. Pues no señor, el mundo no se divide como se abre un melón y entonces estás con los buenos o estás con los malos.

Porque por el medio hay un mogollón de alternativas, pero el fanatismo de masas no escucha y solo quiere oír la consigna de "Independencia". Y ya este carro ya no hay quien lo pare y porque en el fondo la masa no reconoce las individualidades. No hay respecto al contrario o al que no está de acuerdo y solo hay insultos hacia esa persona. Las masas han llegado a colgar gente o matado o paleado y como sus dirigentes solo quieren caldear más el ambiente, pues no tienen intención de querer parar esa marea humana. Pero cuidado, porque la gente se cansa rápidamente y si aparece otra moda más interesante, se va al carajo la Independencia.

 Y yo estoy de acuerdo en que un referendum es un derecho que todo pueblo tiene o debe tener. Y lo de la Independencia pues puede que no esté de acuerdo. Puede no, seguro. Pero todo debate debe ser abierto y no caigamos en fanatismos desquiciados, pues en el fondo todos somos personas y por tanto, todos pensamos y tenemos el mismo derecho a hablar con o sin bandera nacionalista. Yo respecto a los pueblos, pero no respecto las fronteras, ni tampoco a la identidad patriótica. Las patrias y sean las que sean, son las antípodas de una sociedad justa. Pero eso ya es otra historia...