Ahora tengo que tirar de imaginación para saber que coño voy hacer de comida a los pibes. Se me agotan las ideas, bueno ya se me agotaron hace tiempo y porque voy observando que de cada vez más, compro platos precocinados o congelados. Que si un codillo y al que solo hay que calentar. Que si unas tortillas de patatas con o sin chorizo y que por cierto, la tortilla de chorizo tiene un tono rojizo y tirando a arcilloso y supongo que será por el chorizo, pero éste en realidad nunca lo he visto. Que si una albóndigas ya hechas, que si las patatas congeladas y ya cortadas. En fin, que sin darme cuenta me estoy volviendo demasiado cómodo.Si antes le dedicaba a la cocina sobre 1 hora al día, ahora le dedico un cuarto de hora. Y lo malo es que uno va creando escuela y cuando se quiere tirar del hilo del que coño cocino hoy, no sale nada. Bueno sale, que es lo que tengo en el congelador y que pueda ser susceptible de ser calentado. Pues con esa imaginación tan lustrosa y desbordante voy de culo y sin frenos. Antes y partiendo de que nunca fui un cocinitas, por lo menos la tortilla de patatas era echa con mis manos. Y también un guiso y un estofado y una paella y una carne o un pescado al horno... Y ahora mis manos en la cocina solo sirven para escarbar en el congelador y meter el producto conseguido en el microondas asqueroso.
Porque el microondas es una máquina asquerosa. Sí, es muy práctica y yo soy el primero que la utilizo, pero ese calentamiento a temperaturas bestiales y en décimas de segundo, yo creo que no debe ser muy sano. Y ya el colmo es cuando se me olvida de descongelar algo y lo meto directamente en el microondas y en tres minutos aquella piedra congelada, se queda medio derretida y ya lista para ser cocinada. La verdad es que al final me da pena por el alimento torturado.Y además yo creo que destroza los alimentos por dentro, pues si ya los destroza el proceso de congelación, pues de repente le metes lo contrario, calor intenso y condensado, por dentro los alimentos se quedan hechos papilla. En el fondo es el tema de la cocina rápida, pero el problema es que queremos rápido todo. Ordenador rápido y que vaya a toda hostia. El coche que vaya rápido y que no encuentre caravanas ni semáforos. La compra, el trabajo, el paseo, el desayuno, la comida y si me descuido hasta queremos que los polvos se hagan rápidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario