Ya veis lo que es la vida, dos días lejos de casa y en concreto en Madrid y mi hijo pequeño, el que es síndrome de Down y que se llama Miguel y ha cambiado de chaqueta. Se fue de aquí siendo un ferviente hincha del Barça y llegó de vuelta, vestido del Madrid o por lo menos vestido por dentro. Ya veis de que valen las forofadas, pues eso, que valen hasta que cambias de sitio y más tienes dos primas, como tiene mi hijo, que son sus amores del alma y que por supuesto, son del Madrid.
El chaval era forofo forofo del Barça y si perdía le caían unos lagrimones por sus mejillas y era inconsolable y si al revés ganaba, hacía burla de los perdedores e imitando que eran unos llorones. Sí, la vida da muchas vueltas y más de las que pensamos y sobre todo las da en el tema de los sentimientos. Porque ser de un equipo u otro, es cuestión de sentimientos y no entra el tema de que jueguen al fútbol mejor o peor. Bueno es así como yo veo a los que se dejan el alma por un equipo. Porque yo no me la dejo, me gusta el Barça y el Celta de Vigo, pero me falta ese sentimiento tan fuerte de que si pierden, me llevo un disgusto.
Yo supongo que en mi hijo ha influido que se diera el pire su principal ídolo, Victor Valdés. Por él siente devoción y nosotros por tanta adoración, le decimos San Victor Valdés. Si hasta un día le escribimos por el Facebook y por supuesto, no nos contestó. Bueno al final concluyo y porque hay demasiadas variantes, que mi hijo se cambió de equipo porqué le dio la real gana. Y eso demuestra una cosa, que las personas más forofas si les cambias de ambiente y eso les facilita las cosas, se cambian de chaqueta inmediatamente. Pero mientras sea por un equipo de fútbol, ¡bienvenidos sean los cambia chaquetas!.
El chaval era forofo forofo del Barça y si perdía le caían unos lagrimones por sus mejillas y era inconsolable y si al revés ganaba, hacía burla de los perdedores e imitando que eran unos llorones. Sí, la vida da muchas vueltas y más de las que pensamos y sobre todo las da en el tema de los sentimientos. Porque ser de un equipo u otro, es cuestión de sentimientos y no entra el tema de que jueguen al fútbol mejor o peor. Bueno es así como yo veo a los que se dejan el alma por un equipo. Porque yo no me la dejo, me gusta el Barça y el Celta de Vigo, pero me falta ese sentimiento tan fuerte de que si pierden, me llevo un disgusto.Yo supongo que en mi hijo ha influido que se diera el pire su principal ídolo, Victor Valdés. Por él siente devoción y nosotros por tanta adoración, le decimos San Victor Valdés. Si hasta un día le escribimos por el Facebook y por supuesto, no nos contestó. Bueno al final concluyo y porque hay demasiadas variantes, que mi hijo se cambió de equipo porqué le dio la real gana. Y eso demuestra una cosa, que las personas más forofas si les cambias de ambiente y eso les facilita las cosas, se cambian de chaqueta inmediatamente. Pero mientras sea por un equipo de fútbol, ¡bienvenidos sean los cambia chaquetas!.
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