Del Loquero me acuerdo de un montón de cosas, pero de alguna manera me cuesta hablar de ellas y supongo que será por esa sensación de haber estado medio loco o medio colgado de todo. Me acuerdo que había una chavala joven y que estaba por transtorno obsesivo compulsivo y era una buena tía y todo se le disparó cuando su novio le dejó sola y tal cual y digo que se disparó, pues yo no creo en un único motivo, siempre hay más acecho y que salen cuando se rompe la cuerda de salida. pero bueno la tía de alguna manera estaba enamorada y sintió por dentro un cuchillo y eso la destrozó. Pero tenía sus momentos buenos y se reía y contaba cosas y hasta que el tío problema se le cruzaba por el medio y entonces volvía a su profundo pozo.
Había otro que también era muy buen tío y ya tenía cerca de 60 años y éste venía por alcohólico o por darle a la botella. Me gusta más la expresión de darle a la botella, pues para mi es más expresiva y más descriptiva. Bueno y la verdad es que estaba un poquitín descerebrado, pues la priva le había causado algún estrago neuronal y eso ya no tenía remedio. Y me acuerdo que al principio mantenía distancia conmigo, pero poco a poco se fue acercando y acabó haciendo las mismas cosas que yo hacía, si iba al gimnasio, ahí iba él y si me sentaba delante del ordenador, pues él también se sentaba.
Aún me acuerdo de sus saltos de alegría cuando le abrí un correo en el hotmail y no digamos ciando le mandé un saludo a través del correo. Era como un tío que paró su vida y sus conocimientos 30 años antes y en esa medida estaba bastante asalvajado y anticuado. El puto móvil también fue todo un descubrimiento para él y venga a preguntar y para que sirve ésta tecla y como se pone en modo avión y ¡porque ya no te lo metes por el culo, cacho capullo! y él se lo tomaba de coña y nos echábamos unas buenas risas.
Después había una tía muy brava y que en su rostro reflejaba dureza un tanto ensayada delante del espejo y los primeros días yo me anduve con tiento con ella, pero después fuimos congeniando y pienso que pasamos momentos muy buenos. Estaba enganchada de la coca, pero a niveles muy altos y fue mejorando y ya no sé más de ella, pero al no saber nada y porque ella no me ha contestado, es de suponer que volvió a darle a la farlopa.
Había otro que también era muy buen tío y ya tenía cerca de 60 años y éste venía por alcohólico o por darle a la botella. Me gusta más la expresión de darle a la botella, pues para mi es más expresiva y más descriptiva. Bueno y la verdad es que estaba un poquitín descerebrado, pues la priva le había causado algún estrago neuronal y eso ya no tenía remedio. Y me acuerdo que al principio mantenía distancia conmigo, pero poco a poco se fue acercando y acabó haciendo las mismas cosas que yo hacía, si iba al gimnasio, ahí iba él y si me sentaba delante del ordenador, pues él también se sentaba.Aún me acuerdo de sus saltos de alegría cuando le abrí un correo en el hotmail y no digamos ciando le mandé un saludo a través del correo. Era como un tío que paró su vida y sus conocimientos 30 años antes y en esa medida estaba bastante asalvajado y anticuado. El puto móvil también fue todo un descubrimiento para él y venga a preguntar y para que sirve ésta tecla y como se pone en modo avión y ¡porque ya no te lo metes por el culo, cacho capullo! y él se lo tomaba de coña y nos echábamos unas buenas risas.
Después había una tía muy brava y que en su rostro reflejaba dureza un tanto ensayada delante del espejo y los primeros días yo me anduve con tiento con ella, pero después fuimos congeniando y pienso que pasamos momentos muy buenos. Estaba enganchada de la coca, pero a niveles muy altos y fue mejorando y ya no sé más de ella, pero al no saber nada y porque ella no me ha contestado, es de suponer que volvió a darle a la farlopa.
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