Palabra clave: "mierda". Y digo o escribo "mierda" y entro en cualquier programa informático y porque mierda es una palabra universal que se adapta a lo que sea o a lo que uno quiera o desea. Mi contraseña es "mierda56", pues para ponerlo fácil al chorizo de turno, yo nací en el año 1.956 y por eso ahora, tengo la friolera de 68 años y un mes. Voy viejo, pero de momento conservo parte de los dientes y no tengo que andar en silla de ruedas. De momento, puedo seguir andando y además, voy dos días a la semana al gimnasio y hasta ahora, iba otros dos días a jugar al padel. Pero es que lo que pasa en estas edades, que se lesiona uno de sus jugadores y cuesta un huevo y la yema del otro, el poder conseguir un sustituto y porque tiene que ser malo pero no tan malo y que corra pero sin pasarse de la raya y que no te de un repaso de los que te cagas. Jugador mediocre tirando a malo y para que no desentone con el resto de los jugadores (entre los que me incluyo). En otros tiempos, buscaría a un jugador mediocre tirando a bueno. Y eso significa que con la vejez he bajado varios escalones. Ahora bien, tampoco pasa nada y uno si ha aprendido algo a lo largo de su vida, es a reconocer sus deficiencias. Si deficiencia es jugar al padel a los 68 años y es que visto desde el otro lado de la película, no hay deficiencia ninguna y lo que hay que reconocer, es que tiene mucho mérito la cosa.
Tengo un cuñado que sigue jugando al tenis a los 80 años o casi. Y eso sí que es para quitarse el sombrero y en señal de reconocimiento se le debería hacer un moniumento. Yo con 80 años, lo primero del tema, es si llego a esa cifra y lo segundo, es que me veo corriendo con un taca taca detrás de la pelota. Dicen que al final, los viejos nos convertimos en niños y volvemos a andar en pañales y en taca taca y balbuceando palabras ininteligibles, pero lo diferencia fundamental entre los unos y los otros, es que unos tiene toda la vida por delante y que los otros, la han tenido por detrás. Diferencia cualitativa que nos hace ser seres completamente diferentes. Un viejo es un trasto que haga lo que haga siempre molesta a los demás (y por eso yo prefiero vivir solo). Y un niño pequeño, es un encanto de niño y yo soy el primero, en verlo de esa manera.

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