Y como puedo explicar que soy un tío más o menos feliz dentro de mi puto mundo de mierda.
Que no necesito sol, ni el calor, ni el sudor profuso,
ni los picores nocturnos del calor,
ni la arena de playa pegada a mi delicada piel de terciopelo
(que en realidad, es áspera y casposa y porqué está vieja, reseca, acartonada y algo resquebrajada, pero es mi piel y no la tuya).
Que soy un ser húmedo (por dentro) que se nutre de humedad relativa y de agua de lluvia en modo absoluto.
Que me adorno de helechos y flores de temporada y porque me da la real gana de rodearme de tanta belleza.
Que me entusiasma la luna en todas sus fases.
Que me gusta mojarme (en plan metafórico) y saltar sobre los charcos.
Que me enternezco fácilmente con lo suave y lo más tierno.
Que no soy de lágrima fácil ni de cocodrilo.
Que cuando lloro es por algo gigante o por algo pequeño que se ha incrustado en alguna zona sensible de mis ojos.
Que soy un ser que odia el verano y con todas sus letras.
Que entro en letargo al salir el sol.
Que me espabilo al salir la luna.
Que sudo como un cerdo derritiéndose al sol.
Que me gusta lo frío, lo nevado, lo nublado y lo lluvioso.
Que me entusiasma lo que se esconde dentro de un bosque,
me gusta su misterio, sus resbaladizos secretos,
sus historias de árboles viejos,
su musgo, su desnudez de hoja caduca,
sus setas y sus sendas camufladas...
En fin, yo amo a la vida
pero en verano, creo que no
y en verano, sobrevivo como buenamente puedo
ni los picores nocturnos del calor,
ni la arena de playa pegada a mi delicada piel de terciopelo
(que en realidad, es áspera y casposa y porqué está vieja, reseca, acartonada y algo resquebrajada, pero es mi piel y no la tuya).
Que soy un ser húmedo (por dentro) que se nutre de humedad relativa y de agua de lluvia en modo absoluto.
Que me adorno de helechos y flores de temporada y porque me da la real gana de rodearme de tanta belleza.
Que me entusiasma la luna en todas sus fases.
Que me gusta mojarme (en plan metafórico) y saltar sobre los charcos.
Que me enternezco fácilmente con lo suave y lo más tierno.
Que no soy de lágrima fácil ni de cocodrilo.
Que cuando lloro es por algo gigante o por algo pequeño que se ha incrustado en alguna zona sensible de mis ojos.
Que soy un ser que odia el verano y con todas sus letras.
Que entro en letargo al salir el sol.
Que me espabilo al salir la luna.
Que sudo como un cerdo derritiéndose al sol.
Que me gusta lo frío, lo nevado, lo nublado y lo lluvioso.
Que me entusiasma lo que se esconde dentro de un bosque,
me gusta su misterio, sus resbaladizos secretos,
sus historias de árboles viejos,
su musgo, su desnudez de hoja caduca,
sus setas y sus sendas camufladas...
En fin, yo amo a la vida
pero en verano, creo que no
y en verano, sobrevivo como buenamente puedo
y hasta que lleguen tiempos mejores.
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