Claro que tras la valla que nos separa,
hay un vacío sin sentido
oyes al pájaro que vuela a lo lejos
y mientras tanto
te dan una descarga
y caes...
y caes al vacío de la nada.
Al despertarte
te encuentras en el mismo lado,
delante te queda la valla
y detrás te queda toda la miseria de la que huías.
Los que estamos a este lado de la valla
hacemos patria
y al pobre paria que quería más
simplemente le ponemos la etiqueta de inmigrante
y será devuelto a su país en el próximo vuelo.
Decimos que tenemos conciencia
y en realidad lo que tenemos dentro
es un nido de ratas.
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