Yo tengo el deber de buscarme la vida
soy un superviviente innato,
un busca vidas, un bala perdida,
un naúfrago que se agarra a cualquier atisbo de vida
y si hace falta hasta me transformo en un ciempies o en una luciérnaga.
No tengo prohibiciones, ni leyes escritas
ni necesito a nadie que me sirva de apoyo,
yo sé levantarme del suelo
y caminar sin que me salgan ampollas
soy silencioso como un susurro,
cuidadoso con mi entorno,
y ahora mismo podría emitir un grito desgarrador
que rasgara el cielo en dos mitades.
Pero prefiero el silencio,
el susurro, la palabra en voz baja,
la caricia muda y sorda,
y la mirada suave y tierna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario