LA GUERRA FRÍA

Si alguien pensaba que me había relajado con esto del Blog, pues creo que se había equivocado muy mucho. Yo sigo al pie del cañón, solo que últimamente ando más liado o como dicen los yupis importantes, tengo que resolver muchos asuntos bursátiles. Y la vida es así, así de dura y parte de la economía mundial está  en manos de cuatro desgraciados que se visten de traje y corbata. En realidad son lacayos de los poderosos y ellos se encargan de gestionar sus riquezas.

Últimamente proliferan como moscas los Agentes, los agentes bursátiles, los agentes de policía, los agentes inmobiliarios, los agentes de seguros y algunos se dedican a la especulación y otros a defender ese orden de las cosas. Unos ejecutan las órdenes del amo y otros se dedican a la protección. Es como lo de los emprendedores, se pone la palabra de moda y después ya pierde su significado inicial y ya se jodió el asunto.

Ya todos son agentes de todo y porque me faltan muchos, agentes de la CIA, de la KGB, del FBI y hasta hay agentes de la guerra fría. Que por cierto no deja de ser curioso ese nombre, guerra fría. El término no es el más adecuado, pues hay guerra o no lo hay y si la hay, en la guerra siempre hay muertos y mucho derramamiento de sangre y por tanto la guerra siempre es en caliente. Una guerra sin derramamiento de sangre no es guerra, será un pulso de tensiones o los movimientos previos a la guerra, pero dejémonos de cuentos y al pan, pan y al vino, vino y por desgracia una guerra, es una guerra.

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JULIO CORTÁZAR