Llevo parte de la mañana luchando
contra una cañería atascada y me subieron los efluvios de poza
negra. Esos olores a mierda concentrada y mezclada con jabones
diversos que hacen un olor especial y característico y que se pega
a las fosas nasales o mejor dicho, que se pegan como lapas a tu
pituitaria, que es donde tenemos el sentido del olfato.
Y éste olor tan especial, me hizo
recorrer mi vida y todo porque en mi puta vida siempre hubo una poza
negra y una poza negra de las que siempre se atascaron. Desde el
invento de los detergentes y demás mierdas que lo limpian todo, se
crean bolas de mierda pegadas por el mismo jabón y limpio y dejo
todo muy limpio, pero atasco también. Y menudas bolas, parecen
pelotas de fútbol y además condensan todo lo que has comido. Y un
policía de esos que se consideran sabuesos, podría saber lo que he
comido en los últimos tres meses o más.
No dicen que por tu basura tú te
identificas, pues lo mismo pasa con estas pelotas de mierda
enjabonada. Claro que ahora lucho contra los elementos y no entiendo
nada y meto el muelle desatascador hasta la trancas de la cañería y
la cañería sigue obstruida. Tendré que meter un petardazo de aire
comprimido, de esos en que puede explotar la bola de mierda o que se
carga todo el tinglado de las cañerías. Odio éste tema de la
mierda y mira que soy escatológico y me encanta la mierda, pero con
estos olores tan ancestrales os juro que ya no puedo más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario