UN TÍO X

Y X es X y yo soy un tío X, pues no me reconozco ni por el forro de mis santos cojones y menos por el sello que llevan mis pensamientos. Antes y no siempre por suerte, eran pensamientos raros y extraños y tiraban hacia un tono negro o quizá gris y ahora para mi y aclaro de nuevo, para mi, son pensamientos brillantes y están llenos de luz viva y otra cosa muy distinta es que sea capaz de expresarlos, porque soy un puto novato en éstas lides de las escrituras, pues no llego a dos años en esto.

Y claro siempre surge la misma pregunta por parte de algún listillo y ¿porqué no escribiste antes?. Pues muy sencillo, porque no me salió de los cojones y supongo que no estaba en el momento adecuado para hacerlo. Cada uno tiene su momento, que es una manera de no decir nada, porque en el fondo no tengo puta idea de el porqué escribo ahora y no lo hacía antes. Claro que los argumentos a posteriori son fáciles de poner y se adaptan a las circunstancias previas.

Los argumentos a posteriori se buscan según acontecieron los hechos. Si yo me encuentro deprimido buscaré y como un jabato, las circunstancias que me llevaron a ello, pero esas mismas y también peores circunstancias, las he vivido otras veces y no por ello entré en la depresión más profunda. Y entonces y en definitiva todo depende y depende del como te encuentres, si estás pletórico las cosas te resbalan, si estás bien las cosas te afectan un poco y si estás mal, las cosas te pueden hundir y tal como le pasó al Titanic.


En conclusión después de lo expuesto, sigo siendo un tío X y por tanto no puedo ni debo prometer nada, solo puedo decir lo que pienso en cada momento de cada día. Y a eso si que aspiro, a reflejar todos mis pensamientos e ideas. Ardua tarea, pero quién dijo miedo habiendo Hospitales, ...¡pues nadie!.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR