Junto a mí
no pasarás calor.
Hablemos del frío,
del frío árido de la estepa
del gélido frío y helado de la nieve,
y si de ahí partimos,
quizá nos podríamos entender...
Yo busco que mi pasos queden marcados en la nieve,
que mis dudas terrenales sean lanzaderas hacia el infinito,
que mi peso se convirtiera en oro líquido,
que mis ansias fueran vampiros insaciables,
que mis plantas bebieran vino conmigo,
que los atardeceres fueran de frescura tierna y apacible,
que juntos, nos daríamos frío,
y que llegado el verano,
no habría mejor idea
que la separación de nuestros cuerpos.

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