Cuando me abres como un melón
yo te enseño el alma mía
y las entrañas que han sido corroídas por una rata moribunda.
Yo soy de sueños y no de temores,
pero a veces temo lo peor
y me pongo a temblar como una hoja sacudida por el viento,
pero me repongo y saco fuerzas donde solo hay huesos y carne
y un alma que está más fuera que dentro de mi cuerpo
anda por libre, sueña a su manera
habla sola y yo hablo con ella,
somos dos entes que parecemos inertes
pero que en realidad,
tenemos la fuerza de la naturaleza,
somos fuertes y porque no nos queda otro remedio
luchamos a muerte y porque sino nos matan ellos
yo soy una parte del cosmos
pequeño y anodino
molesto a veces porque pico
o porque me escondo dentro de un zapato
y adapto la forma de piedra que siempre molesta.
Yo quisiera enorme
y no caber dentro de mi pequeño cuerpo
pero tengo que adaptarme al medio
y entonces me encojo de tal manera
que me hago caracola viviendo a la sombra de una ola.

No hay comentarios:
Publicar un comentario