Y mi paciencia no es infinita, al revés es bastante limitada y me desquicio más de lo que considero necesario. Por mi años de experiencia, por mis conocimientos científicos, por mi filosofía vital, por los varapalos que me ha dado la vida, debía tener mucha más paciencia. Pero dios no me concedió ese don y se lo dio a otros, como al santo Job, que ya éste es el colmo de la paciencia. Yo en esto debía ser de centro y yo en el medio dando una de paciencia y otra de impaciencia.
Ahora también es verdad que nunca la tuve y más si consideraba que tenía la razón de mi parte, porque ahí ya era peligroso y me lanzaba contra la sinrazón del otro, como un poseído. Y claro, la cosa siempre terminaba a hostias, puñetazos y patadas en los huevos. Aunque la paciencia puede ser un arma de doble filo, por un lado es muy bueno el tener paciencia, pero por el otro, te puede pasar el tren de tu vida por delante y ni siquiera te enteraste.
Pero en sí, la paciencia es positiva, te deja tener tiempo de observar las cosas y sopesar las diferentes alternativas. Pero cuidado que tener paciencia, no significa que no tengas que pronunciarte, pues una vez analizado el todo y sus partes, tienes que tomar una decisión y por tanto, tienes que mojarte. La impaciencia en cambio, te hace tomar partido rápidamente, pero después pasa, que también tienes que volver atrás y empezar de nuevo. Yo que soy impaciente lo sé muy bien, pues he tenido que recorrer mil veces el camino de ida y de vuelta y así me he pasado la vida, hiendo y viniendo.
Pero en sí, la paciencia es positiva, te deja tener tiempo de observar las cosas y sopesar las diferentes alternativas. Pero cuidado que tener paciencia, no significa que no tengas que pronunciarte, pues una vez analizado el todo y sus partes, tienes que tomar una decisión y por tanto, tienes que mojarte. La impaciencia en cambio, te hace tomar partido rápidamente, pero después pasa, que también tienes que volver atrás y empezar de nuevo. Yo que soy impaciente lo sé muy bien, pues he tenido que recorrer mil veces el camino de ida y de vuelta y así me he pasado la vida, hiendo y viniendo.
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