LA SANA LOCURA

Y ahora, mientras comía hacía recuentos de mis recuerdos y la verdad que tengo muchos recuerdos del mes de Septiembre. Y empezando por el más próximo aún tengo en mi memoria el Septiembre de hace dos años y como estaba de cabreado. Después de mandar nosecuantos artículos a los periódicos en aquél verano, en un periódico decidieron no publicarme más y yo no me corté un sólo pelo y me fui varios días a esperar a que me recibiera el director del periódico y así hasta que un día de Septiembre me recibió.

Me recibió como extrañándose de que yo pudiera escribir aquello y el tío me vino a decir, que escribía muy bien, pero que me pasaba con mi terminología y mis expresiones casi soeces, y que ya dijo basta con el último artículo que le había mandado, que creo que llevaba el título de "Me suda hasta la polla". Y eso era un escándalo para él y claro y dado el calor que aún hacía, le pregunté si a él no le sudaba. Y no me mandó a la mierda, porque el tenía que demostrar cordura, pero con su mirada me fue suficiente.

El otro periódico (de aquellas había dos) me siguió publicando como un mes más y después también cortó el grifo, aquí ya pasé de ir a hablar con nadie. Ya empezaba a tener clarito que aquellos señores no querían nada conmigo. Y claro, ahora viendo la cosa en perspectiva llego a la conclusión de que estaba un poco o un mucho tocado del ala y es que además arrasaba con todo, con el Alcalde, con la Policía Local, con todo lo que se meneara un poco. Pero ahora sí, nadie me puede quitar lo que disfruté haciéndolo, aún ahora disfruto pensándolo. Que buena es la locura cuando no estás realmente loco, porque si lo estás, ya no se disfruta y es sólo un puto sufrimiento.

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JULIO CORTÁZAR