Y AHORA, ¡ES EL MOMENTO!

Y quién me dice a mí que todo se desliza como la seda. Si yo en vida he visto lo contrario, he visto alambradas con púas afiladas, he visto armas blancas y negras, he visto como alguno se tiraba desde su ventana, he visto campos de amapolas pero también he visto quién se las inyectaba, en fin he visto de todo, y no precisamente bueno y apacible y tranquilo que aquí no pasa nada.

Pasar pasa, como pasan los ríos y hacia su desembocadura. Y la vida es dura y los hospitales están llenos de gente mal herida y no sólo por sus enfermedades, sino por las heridas que produce la vida. Y que nadie se vaya de rositas y con eso de que yo no soy el culpable. Pues si lo eres y además, lo somos todos y claro, delimitando responsabilidades. No es lo mismo uno que manda, que otro que tiene que obedecer sus órdenes, pero también es verdad que siempre llega un momento en el que hay que decir: ¡Basta!.

Basta  de ser borregos, basta de ser esclavos, basta de ser obedientes y basta de ser ciegos. Que no estamos aquí para ser esclavos de nadie y que tenemos un portentoso cerebro, un alma que no nos cabe dentro y estamos rodeados de sentimientos, que más queremos para tener que luchar por lo nuestro. Después y siempre después y quizá y a lo mejor mañana o pasado o un día cualquiera del invierno y mientras cada minuto que pasa es una pérdida de tiempo y es retroceder dos pasos y es volver al principio.Y ahora,
¡es el momento!.

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JULIO CORTÁZAR