MIRADME BIEN

Ya casi son las 13 horas,

menudo Sábado, menudo día más largo,

las horas transcurren con pesadez de Elefante,

cada hora es sudor y sangre,

cada minuto es tragicomedia,

en realidad nada es lo que es,

miradme a mi,

no soy ni de lejos lo que aparento,

miradme con rigor de espartano,

observarme de arriba abajo, de lado a lado,

de proa a popa, de estribor a babor,

y veréis a una persona estable, tranquila,

suave, tibia, húmeda, amable y sincera

pero yo sé que soy otro,

soy tranquilo mientras no me altero,

soy suave mientras no se meten en mi telaraña vital,

soy tibio porque no conocéis como me caliento por dentro,

yo ardo de amor y odio,

yo soy pasión desatada,

miradme y miradme bien,

de tibio no tengo nada,

de suave tenía el pelo,

y la sinceridad la perdí con mi primera palabra,

no soy lo que aparento,

no soy lo que un día quise ser,

no soy esa buena persona que imaginé,

de todo esto, tengo trazos o tendencias,

y un día me disfrazo de valiente caballero

y otro día, me pongo delicado y suave,

pero en realidad, soy de tracto arisco,

mi piel tiene aristas cortantes,

mi Cerebro está lleno de agudas historias venenosas y mortíferas,

en fin, soy ácido y corrosivo...

y lo único que no me creo de mi mismo,

eso que dicen... que como niños tiernos.