Somos humo de aquella hoguera mal apagada
y ceniza de aquella penosa historia.
Ahora
somos más ponderados
y medimos las cosas con más cautela,
somos más prudentes
y porque hemos aprendido del gato escaldado.
Ahora nos dicen
¡vente conmigo!
y nos ponemos de perfil
y tal y como si no fuera con nosotros.
Uno lo que quiere a éstas alturas del vivir,
es querer pero sin agobiar y sin agobiarse
querer sin ansias de propiedad
querer a una distancia prudencial
y de vez en cuando hacer...
una fusión total y absoluta.

No hay comentarios:
Publicar un comentario