La verdad, es que a veces entro en un estado confusional que se parece a un estado de coma casi profundo. Y es que todo me confunde y hasta la noche me confunde y tal como decía aquél sátrapa que decía ser cubano, que sólo tenía una polla en el cerebro y los huevos eran sus ojos y por sus oídos sólo salía semen todo podrido.
Echo de menos los momentos claros, como esa birra de cerveza bien fría y en buena compañía o ese buen canuto fumado en un precipicio y con aquella puesta de sol al fondo. O mi fabuloso viaje en mejor compañía que la mía, por un balneario portugués y las risas y las historias que nos contábamos y la verdasd, es que no hubiera gustado salir nunca más de allí...Yo que sé, yo hecho de menos los buenos momentos y ya está...pues los buenos momentos son las pilas que te ayudan y mucho, a seguir viviendo.
Ahora entre otras cosas, mi función es recopilar todos mis buenos momentos, ordenarlos en el tiempo y en el espacio y por fin, ponerme a ver la película de mi vida.

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