Yo...
que creía estar dotado contra los peores temores.
Yo...
y a la vez, un alma en pena que andaba perdida
por los callejones sin salida...
Ahora...
me veo en mi propio espejo
y parezco que acabo de salir de entre la niebla,
mi escaso pelo es gris y blanquecino,
mi piel es pálida como la leche,
mis ojos están inyectados de sangre
y mis ideas se han oxidado por falta de uso
y se están podriendo por exceso de humedad...
Y Yo...
que vivía pensando que después de tí,
vendría la nada,
me acabo de dar cuenta,
que después de tí vino la nada,
pero después del después...
vino una época floreciente y brillante,
vino el esplendor del renacimiento,
vino el mejor amanecer que han visto mis ojos.
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