HORÓSCOPO CHINO

Yo como en el horóscopo chino, me identifico con algunos animales, pero no con uno en concreto, sino que tengo parte de varios. Por un lado soy como un perro, como un perro viejo y despeluchado, pero aún con dientes y si alguien me toca mucho los cojones, doy un salto salvaje y le muerdo en plena yugular. Y ese salto tan rápido es de Felino y entonces también puedo ser Gato, Leopardo o Tigre. Lo que desde luego no soy es Serpiente, porque odio el arrastrarse por el suelo, odio todo lo sibilino y además odio todo lo frío.

Un ser que sea frío me produce grandes sarpullidos, es como si estuviera en la antesala de la muerte y esperando mi vez. Y algo de Oso también tengo, me encantan los abrazos de Oso y con esa calidez que debe tener su manto de piel espléndida. Y algo de Halcón o de Águila también tengo, pues me encanta observar desde las alturas y como vea una pieza medianamente comestible me lanzó como un ave rapaz a por ella y esas garras que agarran y que después matan a la pieza de caza, son como mis dos manos, son dos garfios que nada sueltan.

Pero el Lobo es uno de mis animales preferidos, por su ferocidad, por su belleza, porque cazan en manada y porque son listos como el hambre. Y lobo sólo soy en parte y porque soy un Hombre Lobo, y en las noches de luna llena me transformo y devoro mis piezas y hasta el último hueso. Porque también tengo una parte de Vampiro y porque me entusiasma la sangre, su textura, su olor, su color rojo brillante y soy un poco de Vampiro, pero no de Murciélago. Los Murciélagos son como las alimañas del lado oscuro y yo de oscuro no tengo nada y por lo tanto, soy un animal
claro y transparente.

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JULIO CORTÁZAR