Y hoy me siento insistente e insistente con el tema religioso y todo porque estoy tan tranquilo en mi casa y no paran de sonar las campanas de la santa madre Iglesia y mi fino oído de sabueso está molesto con tanto sonido agudo y metálico. Y en esto no hay libros de reclamaciones y el Ayuntamiento de éste pueblo, como casi todos, se doblega en todas las procesiones de la Virgen y de todos los Santos. Y ya casi estamos en la Semana Santa y empieza a oler a incienso y mirra, que no sé a que huele la mirra, pero queda muy bien como palabra añadida. Pues nada que estos días habrá manifestaciones de capirotes del ku kux klan y de todas las mafias Locales y del Estado.
Si de verdad tuviéramos un Estado laico y como debía de ser, habría igual procesiones pero en circuitos cerrados o eso pienso yo y venga a dar vueltas y vueltas alrededor de un estadio o por dentro del recinto ferial o haciendo maratones bajo palio y así y también, los corredores añadirían un motivo religioso al tanto correr por los campos y por los verdes prados. Bueno, cerca están y están muy cerca de crear su propia religión corredora y siguiendo las normas ejemplares de aquel colgado yanqui que se fue a México a seguir corriendo y para eso se hizo su propia choza y venga a correr todo el puto día y siguiendo a toda una tribu mexicana que no hacía otra cosa, que correr.
Es que a veces las distancias entre la fe verdadera o religiosa y la fe en las últimas zapatillas de los corredores, se acercan y se cruzan y al final, acabarán haciendo procesiones de 100 kilómetros y todos corriendo por el puto monte y tal y como el anuncio ese de Adidas en el que sale una tía o tío soplando un cuerno y de repente aparecen corredores de todos los sitios y de todos los colores y acudiendo puntuales y al trote, a la llamada de la selva. Pero el tema no es que aparezcan todos y todas, el tema es que se les ve a todos contentos y contentas y felices de la vida y para que después digan, que los humanos, no somos felices con una piruleta.
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