SEGUROS...PERO NO TANTO


 28 diciembre y fum, fum...fum¡¡. Y así sigue la canción cambiada de fecha. 28 de diciembre y día de los santos inocentes. Y yo ni soy santo ni soy inocente de lo que me sienta culpable, pero hoy se gastan ese tipo de bromas que joden a los inocentes que todo se lo creen y en teoría debíamos ser malos pero muy malos y con todas ganas del mundo mundial. Mi madre era de celebrar semejante día y semanas antes estaba dándole vueltas a que broma gastar y a quién hacérsela este año. Ella disfrutaba con eso y para lo poco que disfrutaba de la vida, había que apoyarla y aunque el tema me siguiera pareciendo una solemne payasada. Pero ante semejante río de alegría que sentía mi madre y como ya dije antes, para un día al año en que así lo sentía, pues uno se hacía como si también lo sintiera. Y bueno y hablemos de un aspecto muy importante, si tú no lo sentías así  y además, lo manifestabas de alguna forma o manera, la manada de hostias que te iban a caer por parte de mi santa madre iban a ser cuando menos que cuantiosas. Por tanto, había que apoyar a la causa de mi madre y reír cuando ella se reía y sonreír cuando no lo hacía y porque ese día era especial para ella y porque se sentía profundamente graciosa y realizada. Y nadie me dijo que lo hiciera, pero de todo se aprende y cuando recibías dos hostias seguidas y por no reírle la gracia de turno (y porque realmente, no la tenía), enseguida te acababas poniendo las pilas y te convertías en el tío más risueño que existía en todo el planeta.

28 de diciembre y nadie me dijo que había un día para tener que ser gracioso. Claro que esto mismo se lo copiaron nuestros amigos o enemigos yanquis para tener que ser asesinos natos y durante 24 horas podías matar a cualquiera que se les pusiera por delante y al día siguiente  de matar al hijo del otro o de la otra o del vecino o amigo, ya podías estrecharle la mano y felicitarle por haber matado a su propio hijo, pero como lo habías hecho dentro de la legalidad vigente, no pasaba nada. Un día para matar a todo quisque y para otros, para vender kits de seguridad y a todo trapo. Hablando de kits de seguridad, resulta curioso (por lo menos) que ahora todos te hablan de alarmas antiokupas y como si fuera una verdadera epidemis imposible de ser controlada, salvo claro está, si tienes un seguro y al que tienes que pagar a toca teja. Los seguros son muy suyos, en realidad son unos putos estafadores que te pagan una o dos incidencias que te han pasado en tu hogar, pero si tienes un año malo, ellos no suman los años que previamente has tenido que pagar y simplemente te dicen en tu puta cara de payaso, usted no nos sale rentable y eso cuando te lo dicen y porque a veces ni se molestan en decirte que te han dado de baja en su seguro y chaval búscate la vida.

Pero no hay leyes que nos protejan lo suficiente para poder mandar a tomar por culo a tanto seguro de mierda. Al final, la caja que hacen al final de año es su único criterio válido. Ahora bien, como tú y como gilipollas que eres, no hayas pagado un mes y por cualquier razón, estos señores te condenan a declarte moroso. Ellos tienen la sartén por el mango y tú simplemente eres y serás un número deudor ( y no una persona) que se ha atrevido a enfrentarse al oligopolio de los seguros. En resumen, te harán moroso y serás declarado como un ser indeseable. Pero la gente o el personal se cree a pies juntillas lo que dice el impresentable seguro que te ha tocado pagar toda la vida. Yo lo pago, pues tú también lo pagas y además, el seguro está para eso, para pagarle toda la vida y para cuando realmente lo necesites te dirán que conducías borracho.























 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿sigues escribiendo?

  El otro día alguien me decía, ¿sigues escribiendo?. Y buena pregunta me dije a mi mismo, inteligente pregunta y no sé si le contesté algo ...