Hoy perdí dos escritos y no sé como,
bueno pues igual que se pierde el dinero y cuanto más tienes más
peligro tiene la cosa. Yo como nado en escritos, pues voy como un
poco de sobrado y pierdo uno y hago otro y si no hago dos y asunto
arreglado: no sé si poner un chiringuito de escritos y quieres una
declaración de amor, espera que te la hago en dos minutos o si
prefieres una carta desesperada, serán tres minutos y 50 euros.
Escribir a la carta y ofrecer un menú
diario, hoy hay de plato del día, sentimientos a la brasa y de
segundo, un delicioso plato de deseos a la riojana y todo por el
módico precio de 10 euros. Pero para hacerlo bien del todo, tengo
que ponerle algo exotérico al tema y ofrecer cartas astrales y leer
manos y pies, y echar las cartas. Un turbante en mi cabeza, una bola
de cristal, una baraja de cartas y una vela encendida, que al mismo
tiempo sirva para espantar a los mosquitos.
Traje de jipioso reciclado, con esos
pantalones donde la ingle o sisa o como se le llame, llega hasta las
rodillas y unas cuantas pulseras de las echas a mano y bien
encebollado. Y si hace falta, hasta diseco un gato negro y me pongo
un collar de ajos tiernos y un crucifijo reluciente y un recipiente
de agua bendita y así también entro en el campo de los exorcismos.
Tíos, que os puedo quitar el demonio que lleváis dentro y para
ello, no puede faltar la santa Biblia. Sin Biblia no hay exorcismos,
hay charlas con el demonio y eso no resuelve el asunto. Con éste
proyecto me presentaré al próximo Congreso de los Emprendedores y
os aseguro que voy a quedar el primero.
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