Y menudo cacao tengo en mis manos, mi
vida se ha desordenado y estoy en pleno caos. Entre la falta de
guita, entre que tengo más guardias que días, entre que se me acabó
el butano, entre que el rayo me jodió un montón de cosas, entre que
sigo durmiendo a trozos y el insomnio me visita con más frecuencia,
estoy hecho unos zorros y no deprimo, porque deprimirse ya no está
en mi lista de la compra, pero si está, el estar jodido.
Así me encuentro, jodido y muy jodido.
Nada que no pueda recuperarse, pero tengo tal cúmulo de pequeños
detalles, que cuando quiero meter mano a uno, me surgen los 50
restantes y ahí viene de nuevo la sensación de fracaso. Sensación
y no que me sienta un fracasado, son dos cosas totalmente distintas,
pero como siga así, puede que llegue a ese estado. No me da tiempo a
pensar las cosas, van tan atropelladas, tengo tan poco tiempo, que
al final, siempre me hago un lío.
Poquito a poco y haciendo gala de
paciencia. Y hoy una o dos y mañana otra u otras dos y pasado y
pasado ya tengo de nuevo guardia, avión y ya entro en la rueda de
nuevo. Pues cada día libre, una o dos cosas y si estaba acostumbrado
a ir a velocidades supersónicas, me tendré que acostumbrar a ir
como una puta tortuguita, mientras no vaya como los cangrejos,
andando hacia atrás, todo va bien. La verdad es que hoy estoy hasta
los cojones de casi todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario