MUCHOS JUDAS

Pero sobre todo, yo digo una cosa, se puede ser más perro o más hiena, se puede ser más alimaña y si tienes tu puto hocico lleno de carne carroñenta y de sangre ya reseca, ¿como puedes decir que tú no te has comido al fiambre? y han sido otros y tú estabas allí por casualidad y que estabas viendo por ejemplo, una puesta de sol. Pues sí hay gente para todo y hay especialistas en tirar la piedra y después esconder su mano.

Hay muchos Judas por la vida, hay muchos chivatos y viles cobardes. En resumidas cuentas, hay muchos hijos de puta repartidos por el mundo. Y no penséis que son pocos y que lindan con las excepciones, no señor, son marabunta y siempre son más de lo que pensamos. Si pensamos en uno de cada diez, hay que tirar a más y pensar en seis de cada diez. De cada diez humanos hay seis que son hijos de puta y que no merecen ser tratados como personas.


Si uno mira a su alrededor se dará cuenta de lo que digo y entre vecinos, transeúntes, tíos que van en coche o en el bus o en el metro, amigos, familiares y conocidos, salen las estadísticas y de cada dos sale uno y algo que es un cabrón redomado. ¿Negativismo?, ¡que va!, realidad palpable y hacer las cuentas y ya veréis como estoy en lo cierto. Yo no fallo en mis percepciones extrasensoriales y más si después las corroboro con la práctica del día a día y sé que esto que digo, duele, pero más te dolerá cuando uno de estos cabrones que andan sueltos te vendan al mejor postor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR