OTOÑO

No sé cuando tendré tiempo, tiempo para hacer todo lo que necesita tiempo, que es todo, al fin y al cabo. Tiempo para disfrutar del hermoso paisaje, si es hermoso el que tienes delante y sino, ¡cojones!, sal a buscarlo. Tiempo de filosofar sobre la vida, ya sé sabe, el adonde vamos, de donde venimos y quienes somos. Tiempo de comer castañas asadas y envueltas en papel de estraza. Tiempo de ir a por setas, hermosas setas escondidas entre helechos y pinares. Tiempo de largos paseos, de sentidos pensamientos, de colores ocres, verdes y amarillos.

Tiempo de otoño. Y es que el otoño es mi debilidad, todos tenemos un Talón de Aquiles, pues el mío, se llama Otoño. Si alguien me quiere coger cariñoso y meloso, tendrá que acercarse a mi en ésta estación, porque el resto del año, ya no soy así. Algún día puede que sí, pero ese día es impredecible y en cambio en otoño, acertará al 100%. También se puede decir, que estoy tonto o que estoy blandito y como un corderito de blanca lana, pero como ya dije antes, cuando me metieron en la marmita me cogieron por el Talón y por tanto, ese es mi punto débil.


El resto del año ese punto cicatriza y se forma un fuerte callo. Yo para los amores lo tengo más que claro o es en Otoño o no tengo amores y ya sé que puede ser en Otoño y ¿qué pasa cuando acabe?. Que mi amor, ¿sólo durará tres meses?. Bueno pues así es y por que lo dice mi naturaleza, pero que quede una cosa clara, en esos tres meses yo me vacío de tal manera, que parecerán tres años. O sea que como véis, todo se compensa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR