Jueves 25 de Septiembre y son las 11 de
la mañana. Demasiado tiempo empleado para desayunar, pues me levanté
a las 9 y el resto se fue, en leer el periódico y en tener unas
charlas mañaneras en el bar. La verdad es que ahora el tiempo del
desayuno es mi momento de asueto, ya no hay dispendios nocturnos y
noches locas, hay sólo desayunos prolongados y nada más. Hoy sopla
el viento agradecido y frío y hace que el día esté más acorde con
el Otoño.
Todo se va tiñendo de amarillo marrón
y de verde vivo, los colores del Otoño se mezclan entre los
pensamientos y los recuerdos. Ya parece que empieza el giro
definitivo y ya el Verano pasó a mejor vida, de todas formas aquí,
en Menorca, hasta finales de Octubre no se debe cambiar la
indumentaria veraniega, aún quedan días de sol y de altas
temperaturas. Quedan por el medio días de sol y de fuertes
tormentas, rayos, relámpagos y centellas y lluvias en forma de
diluvio.
25 de Septiembre, en mi calendario
mental no me dice nada, en cambio el calendario práctico me dice,
que quedan 5 días para que se acabe el mes y esa una muy buena
noticia. Sólo quedan 5 días de miserias y penurias. Estoy a dos
velas y a punto de que mi barco naufrague, pero sobreviviremos a las
inclemencias económicas, a éstas alturas ya tengo que estar
acostumbrado a comer ratas al espeto y con una ensalada de helechos.
¡A todo se acostumbra uno!
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