LA PORRA

Pues digamos que todo va bien, total no perdemos nada con decirlo, ¡todo va bien tío!. Pues como todo va tan bien, me queda poco margen, porque yo me desenvuelvo en el borde entre lo bueno y lo malo y si todo es bueno o es malo, me quedo descolocado. Malo todo no es y bueno, tampoco y es más cierto que ahora estoy bien y dentro de una hora, ¿quién sabe?. Voy a poner el ejemplo de lo que me pasó ayer, que estaba desayunando feliz y tranquilamente y mientras tanto un Policía Local me estaba metiendo una multa de cine a mi coche.

Pues eso, que se hecho en sí, cambió mi vida radicalmente y me cogí un cabreo que me duró toda la mañana. Y el pasma me quería meter el rollo de donde podía reclamar y yo lo corté y le dije que ese rollo ya lo sabía. ¿Y usted quitó el coche del sitio? y yo le dije, pues ya que me puso una quiniela de 200 euros moléstese usted mismo en averiguarlo. Y el avezado pasma, dirigió sus pasos hacia donde estaba mi coche y claro, comprobó que ya no estaba en carga y descarga.

Si es que Poli Municipal de éste Pueblo es flipante, resuelve los casos más difíciles, como el mío, haciendo investigaciones tipo CSI y tiran de ADNs y miden las huellas de tus ruedas y las frenadas y si te has pasado un minuto del tiempo marcado, ya te crujen de inmediato. Son eficaces y eficientes, son la hostia en verso y yo cuando sea mayor, quiero ser un Policía Local de éste pueblo, en realidad estoy enamorado de ellos y porque además portan porra y ya sabéis que la porra sirve para muchas más cosas que para dar palos.

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JULIO CORTÁZAR