Lo que en ésta vida me parece más injusto y sin ponerme a nombrar otras injusticias, que las hay a patadas, es que cuando intentas no encabronarte y mantener la calma, las hostias que caen y porque siempre caen, van directamente a tu puta cara de payaso. Y me está bien empleado, porque yo no creo en esa secuencia de tiempos: Primero, saber escuchar. Segundo: tratar de entender y tercero: hablar con el poder de la razón y de la sapiencia milenaria. Yo siempre fuí más de espetar las cosas a la cara, pero como alguien me dijo y por varios frentes, que era demasiado radical y contundente, intenté adoptar el método del poquito a poco. Y no hay mayor traición a uno mismo, que hacer lo contrario de lo que piensas.
Lo que quiero decir, que ahora me he calentado los motores, que ardo por dentro y que tengo unas ganas terribles de coger a alguien y dejarlo frío como el hielo. Ahora tengo ganas de vomitarlo todo, de soltar sin medida, de cagarme en todo y de maldecir hasta mi propia sombra. Sabéis como es el asunto: Cabreo, Rabia y Violencia, (CRV) como los coches. Y ésta Rabia no me deja pensar, pues está clavado en el mismo centro de mi Cerebro y es que me siento perro rabioso y de mi boca sale espuma blanca y de mis poros sale veneno.
Calma, calma y calma, le dijo el Lobo a Caperucita y cuando le estaba dando la primera dentellada. A veces pasa que cuando estás supurando Rabia, viene alguien y te dice: calma y eso es..., eso es una provocación con todas sus letras, eso es un agravio, eso es un insulto, ese es el gatillo que te pone carioco y entonces, la cabeza te empieza a dar vueltas sin parar como a la niña del exorcista. Mira tío, tendré calma después de matarte y de limpiar tu sangre y vas y le clavas la navaja. Y fin de la Rabia y fin del Cabreo y sin más, te pones el traje de running y a correr por los senderos.
Lo que quiero decir, que ahora me he calentado los motores, que ardo por dentro y que tengo unas ganas terribles de coger a alguien y dejarlo frío como el hielo. Ahora tengo ganas de vomitarlo todo, de soltar sin medida, de cagarme en todo y de maldecir hasta mi propia sombra. Sabéis como es el asunto: Cabreo, Rabia y Violencia, (CRV) como los coches. Y ésta Rabia no me deja pensar, pues está clavado en el mismo centro de mi Cerebro y es que me siento perro rabioso y de mi boca sale espuma blanca y de mis poros sale veneno.
Calma, calma y calma, le dijo el Lobo a Caperucita y cuando le estaba dando la primera dentellada. A veces pasa que cuando estás supurando Rabia, viene alguien y te dice: calma y eso es..., eso es una provocación con todas sus letras, eso es un agravio, eso es un insulto, ese es el gatillo que te pone carioco y entonces, la cabeza te empieza a dar vueltas sin parar como a la niña del exorcista. Mira tío, tendré calma después de matarte y de limpiar tu sangre y vas y le clavas la navaja. Y fin de la Rabia y fin del Cabreo y sin más, te pones el traje de running y a correr por los senderos.
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