Y hoy, es hoy y hoy es Viernes y día de Noviembre y ya sabéis que los Viernes tienen su punto y coma. Un Viernes como el de hoy, Napoleón salió escaldado de su invasión de las Rusias. Son curiosas las similitudes que hay entre dos grandes dictadores: a Napoleón y a Hitler se les dió por invadir lo imposible, la Madre Rusia y su cruel Invierno y allí les dieron pal pelo y los pusieron mirando a Siberia. Bueno en ambos casos no pasa nada, en ambos casos quedaron reflejados en los libros de historia con su nombre y sus grandes batallas, mientras los millones de seres humanos que murieron por culpa de estos dos hijos de puta, sólo los recuerdan sus familiares más próximos y para eso, haciendo un esfuerzo memorístico.
La Historia es la hostia, la Historia es el reflejo del mundo en que vivimos y por tanto, en ella sólo se resaltan los hechos y guerras como si fueran batallitas entre dos personajes, entre Stalin e Hitler y por el medio quedaron alfombras de cadáveres y sobre las que se pasearon ambos personajes. Incluso a veces me pregunto: ¿si yo seré recordado en los libros de Historia?, si se me dejarán un simple apartado y con letra pequeña, si seré mencionado como un tío que no hizo casi nada, pero que lo poco que hizo, lo realizó con todas sus ganas y fuerzas, un tío que no ganó ninguna batalla con sables y con pistolas, pero que venció sus pequeñas batallas de cada día.
No, si al final me voy a poner reivindicativo y voy a exigir un sitio, aunque sea pequeño, en las páginas de la Historia. Por lo menos que me pongan de bedel o de limpiador del museo y qure limpié muy bien los libros. La verdad es que lo tengo clarito, a nivel de España no me quieren por ser serpiente venenosa que no tiene arraigo por ningún sitio y a nivel insular, no me quieren porque no tengo sangre menorquina. Total, que yo me quedaré inscrito en los libros de mi Historia, pero creo que de ahí no voy a pasar y no me importa.
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