Se te oxidan las costuras,
a mí en cambio,
el óxido corroe mis entrañas y mis articulaciones,
me muevo a espasmos rígidos y entumecidos
como una serpiente de lata o de metacrilato.
Se me oxida el alma y los buenos pensamientos,
ahora soy más ruin que antes
y más estúpido
y más mala persona
y no me creo casi nada,
y por eso, desconfío hasta de mi sombra
en realidad,
tengo las alarmas puestas las 24 horas
y oigo un pequeño ruido en medio de la oscura noche
y pienso que es la muerte
que ya
viene a por mí.

No hay comentarios:
Publicar un comentario