¡MÁS SILENCIO!

 


Llevo un ruido tan grande dentro de mí,
que a veces me aturde y conmociona,
que palpita como un corazón malherido,
que tiene su propia ruta
y sigue senderos labrados a fuego.
Tengo ruidos que me estremecen
y que a veces, me encogen en lo poca cosa que soy, 
y así, hasta hacerme ovillo.
En fin...
tengo ruidos que bailan dentro de mi cabeza
y que a veces, se callan en un silencio monstruoso
y tengo otros,
que circulan a la velocidad del silencio,
del ruido pasan a ser lo contrario,
y yo al ruido le pido silencio
y al silencio le pido más silencio.
Y a ti... ¿qué te puedo pedir?,
pues nada o simplemente puedo pedirte
¡más silencio!.


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