ERNEST HEMINGWAY




El deseo y
las dulces y afiladas penas
y las superficiales heridas
que fuiste tú,
se han convertido en una triste oscuridad.
Viene la noche con su rictus
a yacer conmigo
una torpe, fría y rígida bayoneta
sobre mi alma iluminada, palpitante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR