De nada
tengo que decir de nada
y porque para mí la nada es mucho.
Adoro el silencio de los muertos
y el vacío de algunos momentos.
Me siento viejo,
porque lo soy
pero además quiero serlo,
me reivento, me reivindico,
y me digo...mi querido amigo...
cada día estás más viejo
pero de momento
aún no estoy muerto.
El día que me toque morir
espero morir en paz y en concordia,
libre de impuestos,
ligero de penas
y orgulloso de mi existencia.
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