Y lo digo por mí y por mi experiencia, la mayoría de las decisiones se toman a tientas y el resto de los sentidos, incluída la intuición, son los que te hacen definirte por algo. Pocas veces la claridad es nítida y abrumadora y en cambio la mayoría de las veces, los interrogantes son los forman gran parte de nosotros. Yo soy un interrogante que deambula por la vida y que busca su porqué y su razón de ser constantemente. Todos buscamos de donde venimos y hacia donde vamos, todos queremos saber de donde procedemos y que coño pintamos.
Todo esto es pura metafísica patatera, pero no deja de ser real y como la vida misma que nos ha tocado vivir. Las preguntas siempre son las mismas y las respuestas también y unos se contentan con sentir que fueron creados por un ser superior y otros en cambio, nos rebelamos contra esa idea tan conformista y tan cómoda de la existencia de una deidad divina y pensamos que nosotros los propios seres humanos somos los verdaderos creadores de lo que tenemos y por tanto, somos los responsables de nosotros mismos y de todo lo que hemos creado o destruído. Es fácil de decir que cuando algo no se entiende del comportamiento humano, se achaque a la ira de dios o a que el demonio nos está tentando, pues ese pensamiento nos quita peso de nuestra conciencia y nos alivia y nos redime y si no rezamos una penitencia y a tomar por culo toda nuestra culpabilidad o responsabilidad.
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