En realidad tengo dos hermanos,
dos hermanos de los que nunca hablo
y por estar emborronados,
difuminados
y tachados.
En realidad fueron mis hermanos,
ahora me quedan vestigios de su existencia
pues ahora y desde hace un tiempo,
he pasado página,
cambié de capítulo
y hasta tiré el libro de familia
Y ahora son mis hermanos
porque llevamos los mismos apellidos,
porque tuvimos los mismos padres,
pero no queda una señal amable dentro de mi alma,
ni amable, ni cariñosa,
ni una sonrisa conmovedora,
ni siquiera queda un recuerdo que merezca la pena ser recordado.
Al final,
dirán que yo he sido el malo de la película
y lo he sido...
pero que quede igual de claro,
que ellos no ejercieron de buenos.
Y si yo he sido el malo
ellos han sido peores.

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