LA FELICIDAD



















La felicidad que me entregaste a manos llenas
fue tan corta, tan etérea, tan fuerte
y tan intensa
que a veces hasta noto como entró la bala
como se movió entre las costillas
y como salió entre mis pulmones.
La felicidad debía ser infinita alegría
pero en mi caso fue un espasmo
duró lo que dura un instante
me crujieron todos los huesos
me tembalron todas mis carnes
y hasta me produjo
un delirio de grandeza.
Pero después,
vino la resaca
en forma de dolor insondable,
hasta que un día y no sé como ocurrió...,
tuve un estallido dentro de mi alma,
salió una burbuja de vida y oxígeno
que me hizo reclamar
que todavía
estaba vivo.
Y en esas estamos ahora,
en seguir viviendo...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR