Si el destino me llamara
y me pusiera alas
y cuerpo de serpiente
dejaría de arrastrarme por los pantanos
que tanto me han dado de comer en ésta vida.
Pero ahora mismo,
levantaría el vuelo
por encima de vuestras cabezas
y desde las alturas os diría:
no sigáis la senda fácil
porque pronto oscurece en ella
y al final,
os perderéis entre sus dedos amables
y blandos.
Tampoco se trata
de escoger lo contrario,
lo más difícil y lo más huraño
y lo que más te hará daño...
Hay atajos
que a veces,
no llevan a ninguna parte
pero que en otras
funcionan como vasos comunicantes
que conectan lo bueno con lo mejor....
Y yo estoy convencido
que llevo un tiempo
instalado en uno de ellos.

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