Supongo que en ese circo mediático que lleva a cuestas...le aplaudirán a rabiar su gracia graciosa. Pero yo me quedé de piedra, pues en tiempos como estos (2.014, en plena crisis económica) y en los que se pasa hambre a destajo, sale la tía bruja, diciendo gilipolleces y sin cortarse un pelo. Y ésta el la primera del largo rosario que nos queda por soportar. Ya veréis que a medida que se acerquen las elecciones, nos iremos convirtiendo en potencia mundial y así, nuestra economía estará más sana que la alemana. Somos crédulos, pero no tanto. Somos gilipollas y por tener que aguantar a semejantes engendros.
Es como lo de la malla antitrepa, la que están poniendo en Ceuta y Melilla (pero en este caso, para que no entren por "nuestra frontera" esos inmigrantes africanos todos sucios y harapientos). Pues yo aprovecharía su función, para ponerla alrededor de todos los organismos oficiales gubernamentales. Malla antitrepa y todos los trepas al carajo, todos intentanto subir la misma telaraña y todos colgados de la misma malla. Después solo sería cuestión de fumigarlos con gases paralizantes y así hacer una linda colección de trepas españoles. Fauna autóctona, fauna ibérica. Dicen que no entran los dedos en la malla, pero debería entrar la lengua y allí, se le quedara atrapada. Porque los trepas hablan y hablan y ahí reside su principal peligro, que por subir y ascender, son capaces de vender a su propia madre en el mercado de abastos. A mi más que el paro, me preocupan más los Trepas, pues ya sabemos que en España son una verdadera enfermedad endémica.
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