Y hoy toca de comida, la misma ensalada
de siempre y chuletas de cerdo al papillote, que pasarlas por la
plancha y después con apio, brecol y zanahoria se envuelven en papel
albal o de aluminio y se pasan 20 minutos por el horno. Yo lo del
papel de aluminio no lo supero nunca, me parece una guarrada
asquerosa y es que estoy seguro que con el calor del horno ese papel
destila toda su mierda aluminosa y no alumínica.
O sea que el aluminio se deposita en tu
estómago y hace una capa y entonces parte sube a la sangre y ésta
se va a la cabeza y te entra una empanada que te cagas y nunca mejor
dicho, el que te cagas. No sé, pero nosotros los humanos comemos y
bebemos mucha mierda y después nos hablan de las factores
cancerígenos y demás mierda patatera y yo en mi caso, además fumo
y ya sé que soy gilipollas, pero dios cuando me hizo, me hizo así
de gilipollas y eso ya no hay quién lo cambie y moriré siendo un
gilipollas redomado.
Y pondré sobre mi tumba un lindo
epitafio: éste tío vivió como quiso y le dio a todos los vicios y
aún así vivió 126 años, que son los años que tengo calculado
para poder estirar la pata. 126 años de lujuria pecaminosa, 126 años
de maldad, 126 años de vivencias descontroladas, y 126 años, de dar
por el culo a todo el mundo.
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